miércoles, 23 de noviembre de 2011

Homo Antecessor

Homo Antecessor
800.000 años atrás en el tiempo, una especie común a los neandertales y a los homo sapiens vivía en la Sierra de Atapuerca (Burgos). Homo antecessor salió a la luz en 1997.
Sus descubridores, J.M. Bermúdez de Castro, J.L. Arsuaga, E. Carbonell, A. Rosas, I. Martínez y M. Mosquera,  le definieron como el pionero, el que antecede a los demás.

La mayoría de los restos humanos de TD6 (Gran Dolina) se encuentran en un estado de conservación excelente, pero corresponden en general a fragmentos de tamaño variable. Esta fragmentación, así como otros caracteres de los restos (marcas de corte, golpes producidos por instrumentos líticos, tipos de fractura, etc), que también se observan en los restos fósiles de los ungulados, representan evidencias muy claras de un acto de canibalismo.

Prácticamente el 50% de los fósiles humanos presentan cortes o fracturas producidos por instrumentos líticos, y se encuentran indistintamente en los huesos craneales y en los del esqueleto postcraneal, lo que indica un consumo total de los cadáveres. Además, todos los individuos presentan algún estigma de canibalismo.

Las connotaciones en el árbol de los homínidos provocadas por este hallazgo han sido muy importantes y, sin duda, ha sido uno de los grandes descubrimientos en el campo de la paleontología. Esta especie demostró que en Europa ya vivían seres humanos hace más de 800.000 años, mucho antes de lo que se pensaba.

Su morfología revolucionó la idea que se tenía hasta ese momento de la evolución de nuestra especie. Su capacidad craneal era elevada (más de 1.000 cc) y poseía una cara muy moderna, es decir, esta especie sufrió una reestructuración total del neurocráneo, la mandíbula, los dientes y la cara, es totalmente diferente a todo lo anterior.



Desgraciadamente, no se han encontrado aún fósiles en África  de la misma antigüedad que podrían hacer seguir la pista de esta especie, y los de Asia contemporáneos a ella se refieren únicamente al Homo Erectus. Se podría decir que es el eslabón que une al Homo ergaster y enlaza con formas más cercanas a nosotros.
Si aceptamos que el origen de nuestra especie debe buscarse en Africa hace entre 100.000 y 200.000 años, debemos aceptar un origen africano para la especie H. antecessor, muy probablemente a partir de poblaciones pertenecientes a la especie H. ergaster. También debemos aceptar una continuidad evolutiva de H. antecessor en Africa, que culminaría con la aparición de las poblaciones humanas modernas.
Relaciones filogenéticas de las diferentes especies de Homo

Homo Antecessor
A pesar de todos los estudios realizados, esta nueva especie está aún muy cuestionada por paleontólogos y especialistas. Estas luchas dialécticas son muy comunes entre los especialistas y hasta que no hay una evidencia abrumadora (y a veces ni eso) no se ponen de acuerdo en las afirmaciones que realizan. 

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