Ciencia y Dios:
¿diálogo o confrontación?
Ninguno", es la
respuesta que darían la inmensa mayoría de los científicos. Sin embargo, hay
insignes biólogos, astrónomos y tecnólogos que compaginan su fe con hallazgos
que dan al traste con muchos de los paradigmas de determinadas religiones
porque "una cosa es conocer el detalle de la realidad y otra su
finalidad", en palabras del biólogo evolucionista Francisco Ayala, que fue
fraile dominico.
Ayala ha sido uno de los asistentes al Simposio Internacional
Ciencia y religión en el siglo XXI: ¿diálogo o confrontación?, organizado
esta semana por la Fundación Ramón Areces, jornadas en las que se pudo ver a numerosos
sacerdotes atendiendo a conferencias sobre la búsqueda de planetas extrasolares,
el origen del Universo o la creación de inteligencia artificial.
En palabras de su coordinador, el catedrático Emilio Chuvieco, el objetivo
era "reflexionar sober el diálogo entre ciencia y religión en temas como
el cerebro y el alma, la bioética o el evolucionismo".
Ayala, en un encuentro con la prensa, lo resumía con una metáfora: "A
medida que la ciencia avanza, surgen más preguntas. Si el mundo fuera una isla
de conocimiento, se vería cómo las orillas cada vez son más extensas, del mismo
modo que cada vez hay más preguntas, pero eso afianza también la posición de la
religión".
La Ciencia y las preguntas
Respecto a la dicotomía entre la Teoría de la Evolución y los nuevos
creacionistas americanos, el biólogo español defiende que no puede
haber un diseñador supremo desde su posición de creyente: "Darwin
ya explicó el diseño humano con la ley de la selección natural. Y una muestra
de que es así la tenemos en el ojo humano, más imperfecto que el de un pulpo.
Decir que Dios lo diseñó es una blasfemia, y lo mismo cabe decir del sistema
reproductivo humano, en el un 20% de los embarazos acaban en abortos
espontáneos"
Por su parte, el director del Instituto Faraday (Estados Unidos), Denis
Alexandre, buscaba el consenso aduciendo que "la creación se utiliza en
sentido teológico, mientras que la evolución es biológica. "La idea de
Dios como creador de todo tiene una larga tradición cristiana, pero el diálogo
con la ciencia demuestra que ésta explica cómo es la realidad,
mientras que la teología explica las finalidades, el sentido de las
cosas, el por qué hay un Universo o por qué explotó". En su opinión es
"como elegir entre la belleza o el gusto de un helado, dos cosas muy
diferentes".
Frente a las teorías que explican el origen del pensamiento religioso
humano como la búsqueda de explicación a fenómenos desconocidos, tanto
Alexander como Ayala argumentaron que "no es la única causa" porque
entonces "a medida que se hacen descubrimientos, se dejaría de creer en
Dios". Pero, ¿y si uno de estos grandes hallazgos es la vida en otros
planetas similares a la Tierra? Ésta es una posibilidad que, como científico,
no descarta aunque dejó claro que no cree que "haya vida
inteligente porque en la Tierra sólo nosotros lo somos de 10 millones
de especies y llevamos muy poco tiempo existendo, un cuarto de hora en la
historia del planeta".
Precisamente esta hipotética vida extraterrestre centró la intervención de
Jennifer Wiseman, presidenta del Programa de Diáglogo entre Ciencia y Religión
de la Sociedad Americana de Avances de la Ciencia (AAAS), además de
investigadora principal del telescopio espacial Hubble. "Estamos
encontrando numerosos planetas y si aún no hallamos 'tierras' es porque
nuestros telescopios no las pueden ver, pero en 10 o 20 años, con nuevos
intrumentos, podemos localizarlas y estudiar su atmósfera en busca de rastros
de vida. Y esa es una cuestión interesante para las religiones", apuntó.
Difícil encaje del Cristianismo
Wiseman recordó que sistemas de creencias como el Budismo o el Islamismo ya
reconocen la posibilidad de que haya diversidad de vida en el Universo, pero más
difícil tiene su encaje en el Cristianismo. "En la fe cristiana Dios
participó en la creación de los humanos y envió a su hijo único, Cristo, a su
imagen y semejanza. Pero si es único ¿visitó otros planetas?¿habrá allí pecado?
Son problemas teológicos sin solución", argumentó, en respuesta a
ELMUNDO.es.
Las astrónoma americana reconoció que "ningún telescopio verá
a Dios" porque los instrumentos científicos sólo observan cómo
funciona la naturaleza y explicó ante la audiencia de su conferencia, entre la
que había muchos religiosos, cómo los astrónomos buscan hoy vida fuera del
Sistema Solar, identificando elementos que aquí conforman la vida, como el
carbono o el oxígeno.
Hasta ahora, recordó, se han localizado ya casi 700 exoplanetas y hay otro
millar de candidatos por confirmar en una Vía Láctea con 200.000 estrellas. Y
estimó que un 6% de los que existen serán similares en tamaño a nuestra
Tierra. "Con la Astronomía la Tierra dejó de estar en el centro del
Sistema Solar, luego de la galaxia y también del Comsos, pero la Biblia no
habla de posiciones sino de significados".
Wiseman concluyó con un mensaje de consenso y ecologista: "Si
encontramos vida ahí fuera creo que afectará a las religiones según sus
creencias; algunos ya piensan que, si existen, y son civilizaciones
avanzadas, también tendrán su religión. Lo importante, seamos únicos o no se
que debemos apreciar más nuestro frágil planeta".
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