La posibilidad de que una partícula, elneutrino,
sea capaz de viajar más rápida que la luz, resultado de un polémico experimento llamado Opera realizado
en el acelerador de partículas del CERN, en la frontera franco-suiza, ha
provocado una oleada de reacciones en el mundo de la física. La opinión general
de los científicos es que sus colegas habían cometido un error, tan asombrosas
resultaban sus conclusiones. Y es que si algo es capaz de dejar a un fotón a su
espalda en una carrera, la teoría especial de la
Relatividad, uno de los pilares de la Física moderna, se vendría
abajo como un edificio en demolición. Sin embargo, una nueva investigación
realizada por un fisico español da una vuelta de tuerca al asunto. Publicado en arxiv.org,
el mismo archivo científico donde 160 firmas aseguraban el hallazgo de los
neutrinos superveloces, el estudio de Bartolome
Alles Salom, físico teórico e investigador en el Instituto Nacional
de Física Nuclear en Pisa (Italia), sugiere que el experimento del CERN no es
erróneo y que los neutrinos sí pueden viajar más rápido que la luz si
lo que se mide no es la velocidad instantánea sino la velocidad media, algo
que la relatividad sí permite.
En la Teoría de la Relatividad de
Einstein se demuestra que, en efecto, nada puede moverse más rápidamente que la
luz, una aparente verdad universal que ha sido verificada en miles de
experimentos desarrollados durante los más de cien años que han transcurrido
desde que Einstein la anunciara en 1905. Por ello, «el resultado anunciado por
el experimento Opera ha causado una enorme sorpresa», explica Alles Salom a
ABC.es. Efectivamente, la sensación general fue que el equipo que realizó el
trabajo había cometido algún error, pero ¿cuál? El investigador español ha
apostado por una segunda opción: ¿Y si resulta que en realidad no se
equivocaron y la teoría que hoy aceptamos como correcta es capaz de explicar lo
ocurrido?
«Resulta que si construimos la Teoría de la
Relatividad en presencia de un campo gravitatorio obtendremos la llamada Teoría
de la Relatividad General que Einstein descubrió en 1916. Y si se elabora esta
última teoría se hallan efectos muy sorprendentes. El último de ellos, que
aparece en mi trabajo, es que en realidad las partículas sí pueden viajar más
veloces que la luz si lo que se mide no es la velocidad instantánea sino la
velocidad media», apunta Alles Salom. Y lo explica con un ejemplo muy claro.
«Imaginemos que viajamos en coche de Madrid a Segovia. Imaginemos que en cada
metro del recorrido a lo largo de la carretera hubieran instalado un autovelox.
E imaginemos que cada uno de esos autovelox mide mi velocidad instantánea y
siempre obtiene 90 km/hora. Por otra parte, al llegar a Segovia podré evaluar
mi velocidad media. Pues lo que he descubierto es que, si incluyo efectos de la
Relatividad General (debo hacerlo porque me estoy moviendo con mi coche en la
gravedad terrestre), esa velocidad puede salirme superior a los 90 km/hora,
aunque en cada instante yo haya estado viajando a 90 km/hora exactos»,
argumenta el científico.
Más
rápido
Por supuesto, el ejemplo es «aplicable a las cosas que
viajen a la velocidad de la luz: la velocidad instantánea será siempre la de la
luz, pero la velocidad media al final del trayecto bien puede ser mayor que la
de la luz», apunta Alles Salom. «Lo que realmente me hizo saltar de la silla es
constatar que lo que han medido realmente en Opera es la velocidad media de los
neutrinos en su viaje desde el CERN en Suiza hasta el laboratorio del Gran
Sasso en Italia, no su velocidad instantánea. En cada instante, esas partículas
viajaban a la velocidad de la luz (y por lo tanto, ningún autovelox les podría
infligir una multa por 'exceso de velocidad lumínica') y, sin embargo, al
dividir la distancia CERN-Gran Sasso por el tiempo que han tardado en salvar
aquella distancia, podemos obtener una velocidad media superior a la de la luz».
En definitiva, según la investigación, este efecto
«nos hace cambiar la opinión que teníamos de la relatividad y sus límites de
velocidad: no es un anatema afirmar que las cosas pueden ir más veloces que la
luz».
Los
neutrinos, una partícula de moda
J. DE JORGE MADRID
Los neutrinos parecen acaparar las
noticias científicas en los últimos tiempos y resultan de especial interés para
los científicos. «El motivo es que esas partículas tienen dos características
muy peculiares: tienen una masa tremendamente pequeña (son casi un millón de veces
más ligeros que un electrón) y además interaccionan muy poco, por lo que han
podido viajar dentro de la costra terrestre desde el CERN hasta el Gran Sasso
sin perderse por el camino», explica Bartolome Alles Salom.
«Durante mucho tiempo -continúa el físico- han sido
considerados (los neutrinos) los candidatos principales a ser la famosa
materia oscura y podría constituir la pieza fundamental para
comprender por qué en el Universo hay materia y no hay antimateria (a priori
debería haber ambas y autodestruyéndose, habrían dejado un Universo vacío, sin
planetas ni galaxias ni soles ni, claro está, seres humanos)». En su opinión, «esas
partículas todavía nos depararán muchas sorpresas y no me extrañaría
que terminaran por ser el arquitrabe necesario para comprender muchos enigmas
de la Física actual. El caso de Opera entra dentro de estas perspectivas».
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