Un experimento de hace medio siglo revela nuevos datos sobre el origen de la vida.
El sulfuro de hidrógeno fue esencial en las reacciones químicas que produjeron las primeras formas de vida en la Tierra. El hallazgo, demostrado en un experimento de 1958 que no llegó a publicarse, ha sido confirmado ahora por un equipo internacional de científicos.
Un experimento realizado en 1958 por el químico Stanley Miller simuló las condiciones de la Tierra en épocas primitivas. Para ello, el trabajo expuso una mezcla de sulfuro de hidrógeno, agua, metano, dióxido de carbono, amoniaco y gas, a descargas eléctricas (de rayos y calor). Sin embargo, el estudio no llegó nunca a publicarse.
Medio siglo después, un equipo internacional de científicos ha rescatado la investigación y ha descubierto que los rayos, la actividad volcánica y sus gases reaccionaron entre sí y produjeron los primeros elementos de vida terrestre.
el sulfuro de hidrógeno desempeñó un papel fundamental en las reacciones químicas que originaron la vida en la Tierra. Además, los expertos no descartan que esta actividad también ocurriera en otros lugares del sistema solar.
Gracias a análisis químicos mil veces más sensibles que la metodología utilizada en la década de los 50, los expertos han detectado, en los residuos de la prueba de Miller, aminoácidos con azufre, proteicos y no proteicos, así como otros compuestos. El experimento se convierte en la primera síntesis de aminoácidos azufrados fruto de descarga eléctrica.
Según los investigadores, el agua de lluvia podría haber distribuido estos compuestos a lo largo de zonas de marea, donde podrían haber sufrido cambios. Los autores también han estudiado dos meteoritos con base de carbono y han hallado que cada uno de ellos contiene concentraciones de aminoácidos similares a los sintetizados por Miller.
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