Por primera vez, un grupo de astrónomos
ha conseguido realizar la descripción completa de un agujero negro,
el monstruoso Cygnus X-1, una
concentración de masa tan densa que ni siquiera la luz puede escapar de su
gigantesco tirón gravitatorio de gran alcance. Las precisas mediciones han
permitido a los investigadores reconstruir la historia del objeto desde su
nacimiento hace unos seis millones de años. El impresionante agujero negro,
cuya distancia exacta de la Tierra es de 6.070 años luz -un importante dato
para concluir el resto de sus características- es casi 15 veces más
masivo que nuestro Sol y gira a una velocidad endemoniada de 800 veces por
segundo. Resulta prácticamente imposible imaginar ante nuestros ojos
una fuerza de tal calibre. La investigación aparece publicada en la revista Astrophysical Journal.
Usando varios telescopios, tanto
terrestres como en órbita, los científicos han desentrañado los viejos
misterios que esconce el objeto llamado Cygnus X-1, un famoso sistema estelar
binario descubierto por producir fuertes emisiones de rayos-X desde
hace medio siglo. El sistema consta de un agujero negro y una estrella
compañera de la que el agujero negro succiona material. Los esfuerzos de los
científicos produjeron las mediciones más precisas realizadas jamás de la masa
del agujero negro y de su velocidad de rotación.
«Debido a que ningún otro tipo de
información puede escapar de un agujero negro, conocer su masa, giro y carga
eléctrica nos proporciona un descripción completa del mismo», dice Mark Reid,
del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica (CfA).
«La carga de este agujero negro es casi cero, por lo que medir su masa y su
giro hace nuestra descripción completa», agrega.
A pesar de Cygnus X-1 ha sido estudiado
intensamente desde su descubrimiento, los intentos anteriores de medir su masa
y giro han sufrido la falta de una medición precisa de la distancia de la
Tierra. El equipo liderado por Reid utilizó el Very
Long Baseline Array (VLBA), un radiotelescopio de la Fundación
Nacional de Ciencias de EE.UU., para hacer una medición trigonométrica directa
de la distancia. Las observaciones realizadas con VLBA señalaban una distancia
de 6.070 años luz, mientras que las estimaciones anteriores habían
variado de 5.800 a 7.800 años luz.
Uno
de los más masivos de la Vía Láctea
Armados con la nueva medición, la distancia precisa
desde el agujero negro a la Tierra, los científicos utilizaron los datos de
distintos telescopios y observatorios, entre ellos el Chandra de rayos X, para
obtener sus conclusiones. Resultó que Cygnus X-1 es casi 15 veces más masivo
que nuestro Sol y gira 800 veces por segundo. «Esta nueva información nos da
importantes pistas sobre cómo nació el agujero negro, lo que pesaba y lo rápido
que daba vueltas», ha dicho Reid.
«Conseguir una buena medición de la distancia era
crucial -prosigue Reid-. Ahora sabemos que Cygnus X-1 es uno de los agujeros
negros más masivos de la Vía Láctea», indica Jerry Orosz, de la Universidad
Estatal de San Diego. «Y su giro es tan rápido como el de cualquier agujero
negro que hayamos visto», añade.
Además de medir la distancia, las
observaciones del VLBA, hechas durante 2009 y 2010, también han medido el
movimiento de Cygnus X-1 a través de nuestra galaxia. Ese movimiento, según los
científicos, esdemasiado lento para que el agujero negro haya sido producido
por la explosión de una supernova. Una explosión semejante habría dado
al objeto de una buena «patada» que lo enviaría a una velocidad mucho mayor.
«Existen indicios de que este agujero negro pudo haber sido formado sin una
explosión de supernova, y nuestros resultados apoyan esta idea», explica Reid.
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