El ensayo dirigido por investigadores del Instituto de Investigación del Cáncer y del Royal Marsden NHS Foundation Trust, y en el que han participado a 64 centros de investigación de todo el mundo, asignó de forma aleatoria a 436 pacientes con melanoma agresivo, un tipo de melanoma maligno inoperable, a que recibieran una inyección de esta inmunoterapia, llamada Talimogene Laherparepvec o T-VEC, o una inmunoterapia control.
Los resultados mostraron que un 16.3% del grupo que recibió T-VEC mostraron una respuesta al tratamiento de más de seis meses, en comparación con el 2.1% del grupo de control. Pero además, algunos pacientes tuvieron una respuesta que se extiende más de tres años, periodo que se considera como curación en cáncer.
Sin embargo los datos deben ser analizados. En primer lugar, señalan, la mejor respuesta se logró en los pacientes con cánceres menos avanzados (estadio IIIB, IIIC, IVM1a) y aquellos que no habían recibido ningún tratamiento, lo que sugiere los beneficios potenciales de la T-VEC como tratamiento de primera línea para el melanoma metastásico que no se puede extirpar mediante cirugía. El ensayo ha sido financiado por el fabricante del T-VEC, Amgen, y se publica en la revista «Journal of Clinical Oncology».
T-VEC es una forma modificada de tipo 1 del virus del herpes simple que se multiplica dentro de las células cancerosas y las revienta desde dentro. Se ha diseñado genéticamente para producir una molécula llamada GM-CSF, que estimula el sistema inmune para atacar y destruir el tumor. Es uno de los primeros medicamentos basados en virus que ha mostrado beneficios en un ensayo aleatorizado fase III controlado.
Los investigadores explican que el virus se ha modificado para eliminar dos genes clave, ICP34.5 y ICP47, por lo que no puede replicarse dentro de las células sanas. Las células normales detectan y destruyen T-VEC antes de que pueda causar daño, pero en esta caso se replica fácilmente en las células cancerosas debido a que sus defensas de infección están comprometidas por errores genéticos.
Tal y como explica Paul Workman, del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres, aunque podamos pensar que los virus son nuestros «enemigos», es su propia capacidad de «infectar y matar células humanas lo que puede convertirlos en tratamientos prometedores contra el cáncer». En este caso, añade, «estamos aprovechando la capacidad de un virus modificado genéticamente para destruir las células cancerosas y estimular una respuesta inmune».
Para el coordinador del ensayo del Reino Unido, Kevin Harrington, del Royal Marsden NHS Foundation Trust, «nuestro estudio demuestra que el T-VEC puede ofrecer un beneficio significativo y duradero para las personas con melanoma, especialmente en los cánceres menos avanzados».
Seymour, profesor de Terapias Génicas en la Universidad de Oxford, ajeno al nuevo ensayo, recuerda que los virus oncolíticos presentan varias ventajas sobre el papel, como que se multiplican de manera selectiva en las células tumorales, minimizando los efectos secundarios; y que son más selectivos que la quimioterapia tradicional, que ataca a cualquier célula que prolifere rápidamente.
“El siguiente paso será desarrollar vacunas de virus oncolíticos que se puedan administrar por vía intravenosa para llegar a todos los depósitos de un tumor metastásico, permitiendo los mismos efectos de la vacuna en todos los crecimientos tumorales [en lugar de limitarse a la región inyectada como ahora]”, apunta Seymour. “Necesitamos más investigación para ver si esta estrategia puede ser relevante también contra otros cánceres”, señala.
Más información: http://elpais.com/elpais/2015/05/26/ciencia/1432663056_834568.html
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