Un trabajo del CSIC, que ha descubierto que si se coge un pez cebra y se sobrexpresa un gen del grupo de los Hox, la aleta empieza a osificar como si fuera una extremidad.
Los genes Hox son una de las claves en la evolución animal, y, también en que la mayoría de las especies tengan una estructura similar: cabeza, un cuerpo más o menos complejo y una parte anal terminal. Tienen un papel tan importante, que son intercambiables entre especies: están ahí, listos para expresarse. “El ancestro común de los peces y los tetrápodos tenía un genoma preparado para adquirir progresivamente nuevos elementos reguladores que fueron aumentando los niveles de los genes Hox que permitieron el desarrollo de las manos y los pies,
En concreto, el gen implicado se denomina hoxd13. Los experimentos demuestran por primera vez que, si aumentamos los niveles del gen hoxd13 en aletas de peces cebra, se incrementa la aparición de tejido óseo de carácter distal similar al que genera los dedos en animales con patas como nosotros.
Este hecho puede ser revelador para intentar a partir de este punto de partida, activar genes en diferentes animales o incluso humanos para cambiar un error de nacimiento o crear incluso anticuerpos para alguna enfermedad determinada.
Según un estudio de la Universidad de Condon en Estados Unidos ,afirma que tras haber hecho un estudio con diferentes tipos de genes,en poco tiempo podríamos alcanzar una tecnología genética muy potente,lo bastante como para curar enfermedades congénitas o permanentes.
Aunque se muestran reticentes en cuanto a los estudios realizados los intelectuales buscan mientras tanto nuevas tecnologías asequibles.
La noticia esta revolucionando el mundo de la genética, de hecho muchas de las grandes potencias internacionales han empezado a desarrollar animales con características sobrenaturales.
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