Una reciente investigación dirigida por un premio Nobel, y publicada en la prestigiosa revista "Science" logra devolver la memoria mediante impulsos lumínicos a ratones a los que habían provocado amnesia. Aunque devolver recuerdos a humanos todavía lo tenemos un poco lejos, esta investigación nos acerca un poco más.
Para la neurociencia es un misterio si los recuerdos de sucesos pasados se borran o si por el contrario permanecen y únicamente se vuelven inaccesibles. El premio Nobel Susumu Tonegawa ha comandado una investigación para intentar desentrañar esta incógnita. Ha ecurrido a una técnica reciente denominada optogenética, que permite activar y desactivar mediante luz grupos de neuronas, en este caso, las que “guardan” un recuerdo. Tonegawa, con su equipo, ha logrado demostrar que al menos en roedores con amnesia, los recuerdos no desaparecen sino que permanecen “dormidos”. E incluso han conseguido despertarlos en ratones a los que habían inducido amnesia experimental.
Para probarlo, primero hicieron a los roedores temer una situación, después lograron que olvidaran esa mala experiencia y de nuevo consiguieron que la volvieran a recordarla. En primer lugar los roedores fueron entrenados para asociar un calambre leve en un pata con una jaula específica donde lo recibían. En respuesta, los ratones se quedan “paralizados” de miedo, un comportamiento típico que recibe el nombre de "congelación". Así, los ratones entrenados aprenden que esa jaula no es segura y responden quedándose inmóviles cuando están dentro. Este comportamiento indica que el recuerdo de esa situación estresante se ha creado. Después, los investigadores observaron qué neuronas se activaban en su cerebro durante la formación de esa memoria del miedo y las marcaron genéticamente para permitir su visualización y reactivación. Tras esto, trataron algunos ratones con anisomicina, que inhibe la síntesis de nuevas proteínas y evita que las conexiones entre las neuronas aumenten su fuerza, un proceso importante para la codificación de la memoria. Así lograron inducir amnesia retrógrada en los roedores.
Pasado un tiempo, introdujeron a los ratones tratados en la jaula en la que habían sido entrenados y, como se esperaban, no reaccionaron ante ella. Para comprobar si el recuerdo del calambre en la pata había desaparecido o se mantenía presente, los investigadores utilizaron la optogenética para activar selectivamente las neuronas que habían marcado con una proteína sensible a la luz azul llamada canalrodopsina. Para evitar posibles errores o alteraciones en el experimento, , activaron estas neuronas en una jaula diferente, y sorprendentemente, tras entrar en la jaula en la que habían sido entrenados, reaccionaron con una respuesta de congelación similar a la de los entrenamientos.
De este modo concluyeron que en la amnesia retrógrada, los recuerdos del pasado no pueden ser borrados, sino que simplemente podrían estar inaccesibles.
Fuente: http://www.abc.es/ciencia/20150528/abci-amnesia-rescatar-recuerdos-201505281948.html
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