El salmón es el primer animal transgénico que aspira a llegar a nuestros mercados y restaurantes.
Aunque este paso legal pueda parecer algo engorroso, se trata de la primera operación de escala industrial con un animal transgénico aprobada en la historia.
Aunque este paso legal pueda parecer algo engorroso, se trata de la primera operación de escala industrial con un animal transgénico aprobada en la historia.
Y el tiempo será quien decida si eso acaba siendo bueno o malo. El objetivo de la empresa es vender esos huevos a las piscifactorías del mundo que quieran comprarlos.
La decisión que tome la FDA tendrá, por tanto, consecuencias en todo el mundo para el cultivo del salmón, y también para otras 30 especies piscícolas transgénicas esperan en la cola, o pronto lo harán según las previsiones de la industria. Y después vendrán otros animales modificados como el bovino resistente a las vacas locas y el cerdo que da panceta light, o baja en las grasas saturadas que atascan las arterias y causan la muerte de muchas personas en todo el mundo.
El principal factor limitante del tamaño del salmón atlántico natural es la temperatura: el frío reprime su gen de la hormona del crecimiento. Pero en el salmón transgénico, el ADN regulador procedente de las viruelas, que está acostumbrado a activarse en frío, lo hace en su nuevo genoma de acogida y permite que la hormona del crecimiento se produzca, aunque la temperatura sea baja.
Si añadimos que esa hormona del crecimiento es la versión hiperactiva tomada del corpulento salmón real, el resultado es un salmón atlántico que crece el doble de rápido que su versión natural. No es un salmón gigante, sino que tarda un año y medio (en vez de tres años) en alcanzar el tamaño típico de explotación comercial.
La decisión que tome la FDA tendrá, por tanto, consecuencias en todo el mundo para el cultivo del salmón, y también para otras 30 especies piscícolas transgénicas esperan en la cola, o pronto lo harán según las previsiones de la industria. Y después vendrán otros animales modificados como el bovino resistente a las vacas locas y el cerdo que da panceta light, o baja en las grasas saturadas que atascan las arterias y causan la muerte de muchas personas en todo el mundo.
El principal factor limitante del tamaño del salmón atlántico natural es la temperatura: el frío reprime su gen de la hormona del crecimiento. Pero en el salmón transgénico, el ADN regulador procedente de las viruelas, que está acostumbrado a activarse en frío, lo hace en su nuevo genoma de acogida y permite que la hormona del crecimiento se produzca, aunque la temperatura sea baja.
Si añadimos que esa hormona del crecimiento es la versión hiperactiva tomada del corpulento salmón real, el resultado es un salmón atlántico que crece el doble de rápido que su versión natural. No es un salmón gigante, sino que tarda un año y medio (en vez de tres años) en alcanzar el tamaño típico de explotación comercial.
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