El epigenoma humano es el conjunto de etiquetas químicas que le indican a las células cómo deben leer la información que hay en los genes. Un estudio recoge hoy las que hay en los principales órganos.
Resulta que casi todas las células de cada persona tienen la misma secuencia de genes, el mismo genoma.En función de como está etiquetado este genoma (el conjunto de etiquetas se llama epigenoma), las mismas secuencias se leen de una forma o de otra o incluso dejan de leerse. Esta es la principal causa que hace que las células musculares sean tan distintas a las células de la piel aún y todo teniendo los mismos genes. Por eso, un grupo de investigadores del Instituto Salk, en California, ha presentado este lunes el que dicen que es el mapa más detallado del epigenoma hasta ahora. El estudio, publicado en «Nature», resume los cambios químicos que etiquetan el ADN de 18 órganos pertenecientes a cuatro personas distintas.
«Queríamos hacer una valoración general de qué aspecto tiene el epigenoma en los órganos humanos, prestándole especial atención a la metilación del ADN (una de las etiquetas fundamentales, que permite activar o desactivar los genes)», ha explicado Joseph R. Ecker, el líder de la investigación y director de un laboratorio.
Como era esperado, los científicos verificaron que los genes menos necesarios de cada célula estaban más inactivados por medio de la etiqueta de la metilación (cuando hay que activarlos la etiqueta se retira).
Para averiguarlo, cogieron muestras de 18 órganos de 4 personas y analizaron los niveles de metilación de cada genoma. Gracias a esto, hicieron varios descubrimientos que podrían tirar por tierra muchas de las cosas que se daban por sabidas del epigenoma.
Para empezar, descubrieron que una de las etiquetas epigenéticas, la «metilación no G-C», no solo está presente en células madre y en el cerebro, como se pensaba, sino en varios de los órganos recogidos. («Metilación no G-C» significa añadir una molécula de metilo sobre palabras del ADN no formadas por las sílabas G-C. Estas, junto a las letras A y T, son el alfabeto básico con el que se escriben las instrucciones contenidas en los genes). Esto es importante porque por el momento no se conoce la función de esta marca tan concreta, y se sospecha que saberlo podría tener importantes aplicaciones (como entender y dirigir el proceso de diferenciación celular).
También descubrieron que será necesario buscar algunos tipos de etiquetas epigenéticas en sitios donde antes no se miraba. Es el caso de las metilaciones que les permiten a las células activar o inactivar genes sobre la marcha y en función de las necesidades.
Por último, han averiguado que hay órganos cuyo genoma está en general más metilado que el de otros órganos. Así, por ejemplo, el páncreas tiene un grado muy bajo de metilación, mientras que el timo lo tiene muy alto. Y los científicos aún no entienden por qué.
Con toda esta investigación ha quedado claro que el epigenoma será clave para entender la causa de enfermedades.
Fuente: http://www.abc.es/ciencia/20150601/abci-mapa-epigenoma-nature-201506011604.html
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