miércoles, 3 de diciembre de 2014

LO QUE AUN TENEMOS DE RATÓN


 
Ratones y humanos nos separamos evolutivamente hace 75 millones de años, cuando todavía dominaban el mundo los dinosaurios del Cretácico. Pero lo que nos diferencia no es tanto nuestra lista de genes, que es prácticamente la misma en las dos especies, como su regulación (dónde y cuándo se activa o reprime cada gen). El consorcio internacional Encode (enciclopedia de elementos de ADN) ha cartografiado todos los elementos que controlan esa regulación en las dos especies, en un paso de gigante no solo para entender la diferencia entre una persona y un ratón, sino también para aplicar el ratón, el organismo modelo por antonomasia de la biología humana, a la investigación biomédica y para probar nuevos fármacos.

Cuando el genoma del ratón fue secuenciado (leído) en 2002, produjo una de las mayores sorpresas no ya de la pequeña crónica de la genómica, sino también de la secular historia de la genética: que los ratones y los humanos compartimos casi todos los genes. Las principales excepciones son los genes del sistema inmune –cada especie está expuesta a unos agentes patógenos muy diferentes— y unos cuantos genes muy esperables, como los que se encargan de hacer el rabo del ratón y cubrir su cuerpo de pelo. Por lo demás, muy poca cosa a la que agarrarse para explicar qué distingue a una persona de un ratón.
De ahí que los genetistas cambiaran su foco de los genes a su regulación, y también la creación en 2003 del proyecto Encode por los Institutos Nacionales de la Salud norteamericanos (NIH). Un gen es una secuencia de ADN (gattacca…) que contiene la información para fabricar una proteína. Su activación depende de otras secuencias que pueden estar cerca del gen (promotores) o a muchas distancia "‘enhancers"). Estos son los “elementos de ADN” que ha cartografiado el consorcio científico Encode, tanto en el genoma humano como en el ratón. Los resultados se presentan en cuatro artículos de Nature y uno en Science.

Como es común en la genómica, la base de datos generada por el consorcio Encode es sobre todo un recurso, público y accesible para cualquier investigador del mundo, que estimulará y facilitará la investigación biomédica de los próximos años. Pero los científicos ya han podido alcanzar algunas conclusiones importantes.

Hay muy poca cosa a la que agarrarse para explicar qué distingue a una persona de un ratón
Por ejemplo, la secuencia (gttcgtaca…) de los elementos reguladores ha cambiado de manera drástica en los 75 millones de años de separación evolutiva entre ratones y humanos. Estos elementos no controlan a los genes por sí mismos, sino que son reconocidos por proteínas especiales (factores de transcripción, en la jerga) que son las que ejercen esa función. La mitad de estos sitios que pegan factores de transcripción en el ratón han desaparecido del sitio correspondiente (ortólogo, en la jerga) en el genoma humano, y otra cuarta parte se ha movido a otras posiciones. Los enhancers (elementos lejanos a los genes que regulan) han divergido más que los promotores (elementos próximos a los genes).
http://elpais.com/elpais/2014/11/19/ciencia/1416410912_307523.html

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