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Un antiguo calentamiento global promovió la aparición de los dinosaurios.
Un calentamiento global devastó selvas tropicales
hace 300 millones de años. Ahora, un grupo de científicos ha hecho un
descubrimiento inesperado: Este acontecimiento provocó una explosión evolutiva
en los reptiles, y de paso allanó el camino para el surgimiento de los
dinosaurios, un centenar de millones de años después.
Ese calentamiento global tuvo lugar durante el Periodo
Carbonífero. En esa época, Europa y América del Norte estaban en el ecuador y
cubiertas por selvas tropicales. Pero cuando el clima de la Tierra se tornó más
cálido y más seco, las selvas tropicales resultaron diezmadas, y los reptiles
experimentaron una rápida e intensa evolución.
El cambio climático causó la fragmentación de las amplias selvas tropicales en diversas "islas" pequeñas de bosque. En cada isla de bosque, las poblaciones aisladas de reptiles y otras especies evolucionaron de un modo diferente a como lo hicieron las poblaciones de otras islas de bosque, lo cual dio lugar a un aumento de la biodiversidad.
Ésta es una respuesta ecológica clásica a la fragmentación del hábitat. El mismo proceso ocurre hoy en día cada vez que un grupo de animales queda aislado de su población original. Esto se ha estudiado en terrenos boscosos aislados por áreas urbanizadas, o, como Charles Darwin observó en las Galápagos, en las islas separadas por amplias extensiones de mar.
"Es fascinante que, incluso en pleno colapso de un ecosistema, los animales puedan continuar diversificándose a través de la creación de poblaciones endémicas", comenta la investigadora Sarda Sahney de la Universidad de Bristol. Sin embargo, tal como ella alerta, puede que ante la actual catástrofe ecológica antropogénica la vida no sea tan afortunada como logró serlo hace 300 millones de años.
Para llegar a sus conclusiones, los científicos estudiaron el registro fósil de reptiles, antes y después de la citada devastación de amplias zonas de selva. Los datos reflejan que los reptiles se diversificaron y cambiaron incluso su dieta mientras luchaban por adaptarse a los rápidos cambios en el clima y en su entorno.
Howard Falcon-Lang, de la Royal Holloway (Universidad de Londres), y Mike Benton de la Universidad de Bristol, también han intervenido en el estudio.
El cambio climático causó la fragmentación de las amplias selvas tropicales en diversas "islas" pequeñas de bosque. En cada isla de bosque, las poblaciones aisladas de reptiles y otras especies evolucionaron de un modo diferente a como lo hicieron las poblaciones de otras islas de bosque, lo cual dio lugar a un aumento de la biodiversidad.
Ésta es una respuesta ecológica clásica a la fragmentación del hábitat. El mismo proceso ocurre hoy en día cada vez que un grupo de animales queda aislado de su población original. Esto se ha estudiado en terrenos boscosos aislados por áreas urbanizadas, o, como Charles Darwin observó en las Galápagos, en las islas separadas por amplias extensiones de mar.
"Es fascinante que, incluso en pleno colapso de un ecosistema, los animales puedan continuar diversificándose a través de la creación de poblaciones endémicas", comenta la investigadora Sarda Sahney de la Universidad de Bristol. Sin embargo, tal como ella alerta, puede que ante la actual catástrofe ecológica antropogénica la vida no sea tan afortunada como logró serlo hace 300 millones de años.
Para llegar a sus conclusiones, los científicos estudiaron el registro fósil de reptiles, antes y después de la citada devastación de amplias zonas de selva. Los datos reflejan que los reptiles se diversificaron y cambiaron incluso su dieta mientras luchaban por adaptarse a los rápidos cambios en el clima y en su entorno.
Howard Falcon-Lang, de la Royal Holloway (Universidad de Londres), y Mike Benton de la Universidad de Bristol, también han intervenido en el estudio.
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