Una nueva investigación muestra que las personas con copias extra de
ciertos genes son mucho más propensas a la delgadez extrema. En una de
cada dos mil personas, una pequeña parte del cromosoma 16 está
duplicada, y, a consecuencia de ello, los hombres pueden ser 23 veces
más propensos a tener bajo peso, y las mujeres 5 veces más propensas a
que les ocurra lo mismo.
Cada persona suele tener una copia de
cada cromosoma de su padre y una de cada cromosoma de su madre, así que
tenemos dos copias de cada gen. Pero a veces las secciones de un
cromosoma pueden duplicarse o suprimirse, dando como resultado una
"dosificación" anormal de los genes.
En el nuevo estudio, unos investigadores del Imperial College de Londres
y la Universidad de Lausana en Suiza examinaron el ADN de más de 95.000
personas.
El año pasado, los mismos investigadores descubrieron
que las personas a quienes les falta una copia de esos genes especiales
vinculados a la regulación del peso corporal tienen 43 veces más
probabilidades de padecer obesidad mórbida.
Se asume que tenemos
dos copias de cada gen, pero eso no quiere decir que sean copias
exactas, tal como explica el profesor Philippe Froguel, de la Escuela de
Salud Pública del Imperial College de Londres, quien ha dirigido el
nuevo estudio. El genoma humano está lleno de agujeros donde los genes
se han perdido, y en otros sitios tenemos copias adicionales de genes.
En muchos casos, las duplicaciones y las supresiones no tienen efecto,
pero a veces sí pueden generar enfermedades.
Hasta ahora, los
científicos han descubierto un gran número de cambios genéticos que
conducen a la obesidad. Parece que tenemos un montón de sistemas que
promueven el apetito o el aprovechamiento máximo de los nutrientes que
ingerimos, y poquísimos que hagan lo contrario. Esta profusión de
sistemas para ganar peso tiene su lógica desde la perspectiva evolutiva.
Llevando un estilo de vida salvaje en el medio natural, hay más
probabilidades de sufrir escasez de comida que sobreabundancia nociva de
la misma. La evolución nos ha preparado pues a los humanos y a otros
muchos seres vivos para comer tanto como podamos en cada oportunidad, y
así hacer acopio de nutrientes para cuando no tengamos comida a nuestro
alcance.
Dada esa gran abundancia de sistemas que promueven la ganancia de peso, se pueden suprimir algunos y no pasa nada.
En
cambio, la anomalía genética identificada en este nuevo estudio es la
primera causa genética de delgadez extrema de la que se tiene constancia
clara.
La parte del cromosoma 16 identificada en el estudio
contiene 28 genes. Las duplicaciones en esta zona han sido previamente
relacionadas con la esquizofrenia. Las supresiones en esa misma región
han sido relacionadas con el autismo.
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