La sonda de la Agencia Espacial Europea Rosetta ha alcanzado al cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko para así mandar al vehículo Philae a la superficie de este y mediante las herramientas que este lleva analizar la superficie perforándola y tomando muestras junto con los gases expulsados por el cometa etc. con el fin de acercarnos al Sistema Solar primitivo por las ínfimas modificaciones que presentan los cometas a lo largo de los millones de años.
También se espera poder llegar a esclarecer las hipótesis propuestas acerca del origen del agua en nuestro planeta, la cual guarda innegables similaritudes con el agua en forma de hielo que se encuentra sobre el cometa, sin dejar a un lado la incógnita sobre la posible existencia de materia orgánica sobre el cometa, lo que ayudaría a conocer de forma más exacta el origen de la vida en la Tierra.
Trayectoria de vuelo e hibernación:
La sonda fue programada para permanecer en un estado de hibernación durante un largo periodo de tiempo mientras se aproximaba a la órbita del cometa. Finalmente, tras más de dos años en este estado, las funciones de la sonda fueron reactivadas, para así más adelante llevar cabo el mismo proceso de reactivación con el vehículo Philae.
Como dato curioso, se sabe que el puesto de control de la ESA no fue el único en saber acerca del
"despertar" de Rosetta, sino que además un radioaficionado lo captó con sus propios medios.
Pero bien es cierto que para alcanzar la órbita del cometa, la sonda ha debido de llevar a cabo varios acercamientos a la Tierra, a Marte e incluso a Júpiter, lugar donde se encontró más alejada del Sol.
Perspectivas de la misión:
Esta misión ha constituido un enorme y difícil de alcanzar reto hasta el día de hoy, con numerosos imprevistos y trabas que han dificultado su trayecto y sus posibilidades de aterrizaje, sin embargo finalmente ha alcanzado su destino y es una mera cuestión de tiempo el que esta histórica misión nos muestre sus frutos.
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