El doctor Aris Tsigris procedente de un hospital de la ciudad griega de Amarousin compartió una foto del nacimiento de un bebé, y la llamó 'el bebé que no sabía que había nacido'.
En los partos normales, el saco amniótico se suele romper solo, aunque en algunos casos en el hospital han de pinchar la bolsa para favorecer el trabajo de parto, es lo que se conoce como romper aguas.
Sin embargo, durante un parto por cesárea, el doctor presenció un acontecimiento que no se produce todos los días: el bebé salía del vientre materno todavía dentro del saco amniótico.
Debido a que la bolsa con el liquido amniótico aún estaba intacta, el bebé permanecía con la sensación de continuar en el vientre materno.
Según el diario The Sun, el doctor confesó haberse quedado sin aliento cuando comprobó que la madre no había roto aguas y que el bebé todavía se encontraba dentro del saco amniótico. Además, confirmó que la vida del bebé no corrió peligro en ningún momento porque seguía alimentado a través de la placenta y pudo respirar cuando rompieron el saco. El saco amniótico es una bolsa de líquido compuesto por agua y pequeñas cantidades de orina que comienza a formarse a los pocos días del embarazo. El fluído ayuda a que el nonato esté seguro de golpes y lesiones, además de mantenerle a una temperatura constante y proporcionarle fluidos que el bebé puede tragar.
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