Aunque se sabe desde hace 90 años, en pocos hospitales
proceden al diagnóstico en función del sexo del enfermo Electrocardiograma que
indica un infarto Electrocardiograma que indica un infarto
A pesar de los grandes avances médicos en el diagnóstico y
el tratamiento, la enfermedad cardiovascular (ECV) actualmente es la principal
causa de mortalidad en el mundo occidental, representando el 51 % de muertes de
mujeres y 42 % en hombres. Alrededor de la mitad de estas muertes se deben a
enfermedades coronarias, y se ha reconocido desde hace más de dos décadas que
el diagnóstico en las mujeres con enfermedad coronaria aguda ha de ser
diferente respecto al de los hombres.
Aparte del hecho de que las encuestas muestran que las
mujeres mayores son menos conscientes del riesgo de infarto de miocardio que
los hombres, las mujeres que sufren un infarto de miocardio, tienen menos
probabilidad de ser diagnosticadas adecuadamente. Varias explicaciones se han
dado para esta disparidad, los síntomas clínicos en las mujeres pueden no ser
el típico dolor repentino e intenso en el pecho; incluso los médicos han
atribuido los síntomas femeninos de dolor difuso, tales como la disnea y la fatiga
a la disminución de los niveles de estrógenos y progesterona. Las diferencias
en función del sexo en electrocardiografía (ECG) se descubrieron por primera
vez hace 90 años, y estudios recientes hacen hincapié en que los valores
normales del ECG en adultos deben ser considerados en función de la edad y
sexo, aunque el uso de criterios de diagnóstico específicos del sexo sigue
siendo algo no rutinario en muchos hospitales.
Además, en el pasado la investigación clínica de los
problemas coronarios agudos fue sesgada hacia los hombres, por lo que resultan
valores predictivos que no son necesariamente apropiados para las mujeres;
resultando que las pruebas de diagnóstico no son necesariamente adecuadas a las
mujeres. Dado que el diagnóstico de infarto se basa en una combinación de
exploración clínica, alteraciones indicativas del ECG y subida y caída de
biomarcadores cardíacos clave, no es de extrañar que el infarto agudo de
miocardio en las mujeres sigue estando infradiagnosticado.
Sin embargo, los resultados de un estudio publicado
recientemente en la conocida revista BMJ, deberían significar un paso hacia
delante para un diagnóstico más eficaz. El nivel de troponina de 1126 pacientes
consecutivos que accedieron a un centro médico regional con un posible infarto,
de los que el 46 % eran mujeres, se midió utilizando un ensayo de alta
sensibilidad y umbrales diagnósticos específicos en función del sexo (hombres
34 ng/l y mujeres 16 ng/l) en lugar del valor recomendado habitualmente, igual
para ambos sexos.
La conclusión es que se dio un aumento significativo en el
número de mujeres diagnosticadas con infarto de miocardio (del 11 % al 22 %),
mientras que el aumento en los hombres (19 % a 21 %) no fue significativo.
Además la investigación muestra que las mujeres, incluso cuando son
diagnosticadas, es menos probable que sean sometidas a intervenciones
coronarias percutáneas o cirugía de bypass, al recibir terapia trombolítica. Al
diagnóstico más preciso le falta un largo camino para corregir las
desigualdades en función del sexo del enfermo.
FUENTE: http://es.blastingnews.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario