Un estudio realizado en Estados Unidos descubrió que la suma de ambas patologías aumenta considerablemente e riesgo de infarto e incluso de muerte en casi un 50%.
El estudio, que ha examinado el efecto de los altos niveles de estrés y los síntomas de depresión en casi 5.000 pacientes del corazón, concluye que el riesgo se amplifica cuando ambas patologías están presentes.
Los participantes del estudio, 4.487 pacientes mayores de 45 años con enfermedad coronaria,informaron sobre su estado depresivo o tristeza durante el estudio. Para determinar los niveles de estrés se les preguntó con qué frecuencia se sentían incapaces de controlar su vida, se sentían abrumados o sentían que su vida no funcionaba. Alrededor del 6% reconocía tener estrés y depresión.
Después de seis años de seguimiento, se produjeron 1.337 muertes y/o ataques cardíacos. Y los investigadores vieron que el riesgo a corto plazo, tanto de muerte como infarto, se incrementaba un 48% en aquellas personas con síntomas depresivos y de estrés.
En definitiva nuestra forma de vivir influye en nuestra salud pero no solo basándonos en la salud física sino en la salud mental que en muchas ocasiones están fuertemente relacionadas
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