Joan Pere Barret es el cirujano que, al frente de un equipo de 45 profesionales, ha practicado en el hospital Vall d'Hebron de Barcelona el trasplante de cara —desde los pómulos hasta las clavículas— “técnicamente más complejo” del mundo, como él mismo destaca, desde que se inició la técnica en 2005. En la misma operación, que se anunció esta semana, se intervino al paciente de una enfermedad que amenazaba con acabar con su vida.
El Hospital Universitario de la Vall d'Hebron
ha realizado su segundo trasplante de cara. El paciente vivió 20 de
sus 45 años con una malformación masiva arteriovenosa que se extendía
por su rostro y que ponía en peligro su vida. Sus venas se unían de
forma directa con las arterias, sin vasos capilares de por medio, en una
zona que iba desde la lengua hasta el cuello. Esto le causaba problemas
de riego que no le permitían hablar con normalidad, que afectaban su
visión y que le provocaban hemorragias. Los médicos temían que en alguna
de estas acabara desangrado antes de llegar a urgencias.
Centros de referencia en Estados Unidos como la Clínica Mayo y
Harvard declararon su mal inoperable. El hospital de Barcelona estudió
su caso y propuso una solución drástica: extirpar el tumor y todos los
tejidos dañados, lo que le dejaría “un agujero tremendo, por lo que
hacía falta un trasplante”, según explicó ayer el Jefe del Servicio de
Cirugía Plástica y Quemados, Joan Pere Barret.
La búsqueda activa de un donante duró más de dos años. Hasta inicios
de febrero, cuando al paciente se le trasplantaron los dos tercios
inferiores de la cara, el cuello, la boca, la lengua y la faringe. La
operación se alargó durante 27 horas y contó con la participación de 45
profesionales de nueve áreas médicas.
“Es el primer trasplante de cara en el mundo de esta complejidad
porque no solo se ha hecho para mejorar la función, sino para curar una
enfermedad. El nido de la malformación se ha extirpado y no volverá a
aparecer”, aseguró Barret.
El hombre ya se encuentra en casa, ha tenido las fuerzas necesarias
para mirarse al espejo y, aunque aún se expresa con dificultad, ha
comentado a los médicos que se encuentra “muy satisfecho”, cuenta el
facultativo.
Es la cuarta intervención de este tipo en España y la segunda que
realiza su equipo, que en abril de 2010 reconstruyó el 75% del rostro de
Óscar, un joven al que un accidente de tráfico dejó con graves
deformidades. Cinco años después, Óscar “hace vida normal”, según
informó el hospital. En la actualidad, hay otra paciente a la espera de
un donante para una operación “similar”, según afirmó Barret.
Vall d’Hebron es uno de los tres hospitales de España que ha llevado a
cabo un trasplante de cara. Los otros dos son el de la Fe en Valencia y
el Virgen del Rocío en Sevilla.
FUENTES: http://elpais.com/elpais/2015/04/03/ciencia/1428060659_781594.html
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