Ha habido muchas personas dispuestas, pero pocas han pasado los estrictos controles de la ONT, que ha rechazado el 93% de las solicitudes. En estos cuatro años solo se han hecho siete trasplantes de donante vivo altruista. Hay otro pendiente de realizarse y siete candidatos más que están en estudio. Un tercio de los descartados lo son por contraindicaciones médicas, entre las que figuran los problemas psiquiátricos. A cerca de la mitad la ONT los incluye en una categoría que llama "desinterés"; allí están tanto a los que ya no vuelven a localizar como a los que se echan atrás después de conocer toda la información sobre lo que implica donar un riñón.
El buen samaritano, que tiene que ser una persona muy sana y muy equilibrada, inicia lo que se conoce como cadena de trasplante cruzado: su riñón se le trasplanta a un receptor desconocido, un familiar (generalmente la pareja) de este receptor dona su riñón a otro enfermo, cuyo pariente hace lo mismo con otra persona con la que tiene compatibilidad, etcétera. La mayor cadena realizada hasta ahora en España permitió trasplantar seis riñones en abril de 2014. El primero procedió de un donante altruista. Cinco parejas de donante y receptor con órganos incompatibles entre ellos y un receptor en lista de espera de un riñón de cadáver completaron los eslabones. En Estados Unidos se han practicado cadenas de hasta 30 injertos.
El buen samaritano, que tiene que ser una persona muy sana y muy equilibrada, inicia lo que se conoce como cadena de trasplante cruzado: su riñón se le trasplanta a un receptor desconocido, un familiar (generalmente la pareja) de este receptor dona su riñón a otro enfermo, cuyo pariente hace lo mismo con otra persona con la que tiene compatibilidad, etcétera. La mayor cadena realizada hasta ahora en España permitió trasplantar seis riñones en abril de 2014. El primero procedió de un donante altruista. Cinco parejas de donante y receptor con órganos incompatibles entre ellos y un receptor en lista de espera de un riñón de cadáver completaron los eslabones. En Estados Unidos se han practicado cadenas de hasta 30 injertos.
Si hay algo en común en los perfiles de los buenos samaritanos es el espíritu solidario. Son personas muy activas socialmente, que están en alguna ONG o en asociaciones de enfermos, o que han trabajado en hospitales y conocen la enfermedad. Es gente muy especial que quiere volcarse con los demás y que tiene antecedentes de acciones solidarias.
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