La prensa rusa se ha hecho eco esta semana de algo difícil de creer, por no calificarlo como imposible: la existencia de vida en Venus,
posiblemente el planeta del Sistema Solar que reúne las condiciones más
inhóspitas para albergar cualquier tipo de organismo viviente en su
interior.
Sin embargo, científicos del Instituto de Estudios Espaciales
de la Academia de Ciencias de Rusia sostienen que la prueba de su
existencia podría encontrarse en las fotos de la superficie venusiana que tomaron las naves soviéticas Venera
nada menos que en la década de 1970 y comienzo de 1980. Como es lógico,
la idea ha sido tomada a risa por la comunidad científica.
Según
los investigadores rusos, en las imágenes “se detectaron objetos de
tamaño notable, de 10 a 50 centímetros, que aparecían, mutaban o
desaparecían, y cuya presencia (…) en las imágenes difícilmente se
explica por las interferencias”. Tras el análisis de múltiples
fotografías, se aprecian objetos similares a un ‘disco’, un ‘parche
negro’ y un ‘escorpión’, sostienen. Incluso esgrimen como, a tenor de la
secuencia, la especie de escorpión habría quedado enterrado en la arena tras el aterrizaje para salir de nuevo después a la superficie. Una locura.
Defienden
también, por si su teoría no fuera ya suficientemente loca, que la
explicación a la desaparición de estas figuras entre unas y otras
imágenes podría deberse al gran ruido producido por las naves al posarse
sobre la superficie –las Venera eran auténticas moles voladoras-. Este
estruendo habría hecho que los organismos que se encontraban en el lugar hubieran emprendido la huida presas del pánico.
“Sin discutir las ideas actuales de que la vida no es posible en las
condiciones de Venus, me atrevo a suponer que algunos de los objetos
descubiertos, a juzgar por su morfología, tienen rasgos de seres vivos”,
esgrime uno de los científicos. Así, sin más análisis.
Fuente: http://www.abc.es/
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