Un tesoro oculto de cientos de fósiles, entre los que se encuentran varios recogidos por el propio Charles Darwin, el «padre» de la teoría de la evolución, han sido descubiertos por casualidad en un viejo armario en la sede del Servicio Geológico Británico, cerca de Keyworth (Reino Unido), donde permanecían olvidados.
Según informa la BBC, los fósiles, perdidos desde hace 165 años, fueron encontrados por el paleontólogo Howard Falcon-Lang.
El armario contiene «piezas de madera fósil y vegetal pegadas a láminas
finas de vidrio, listas para ser estudiadas con microscopio». Un trozo
de madera fósil fue recogido por Darwin durante su famoso viaje del Beagle en 1834, la expedición en la que el científico comenzó a desarrollar su teoría de la evolución.
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