El hombre habría evolucionado a partir de una única especie, según un estudio que ha conquistado la portada del último número de la revista Science. El hallazgo, que se debe al análisis de los restos de un homínido descubierto en Georgia y que vivió hace 1,8 millones de años, podría rescribir la historia de la evolución humana.
En el año 2005, grupo de científicos dirigido por el paleontólogo David Lordkipanidze, del Museo Nacional de Georgia, descubrió en el yacimiento arqueológico de Dmanisi muestra de cinco cráneos que ponen de manifiesto una amplia variación morfológica, parecida a la ya observada en muchos fósiles de antiguos homínidos africanos. Sus análisis muestran que, contrariamente a lo que se pensaba, existiría un único linaje evolutivo para el género Homo, con una continuidad filogeográfica en todos los continentes.
En concreto, las características que distinguían Homo habilis, H. rudolfensis y H. erectus serían la expresión de variaciones individuales de miembros de una única especie. El estudio sugiere, por tanto, que si bien los primeros ancestros humanos presentaban distintos aspectos físicos, pertenecían a la misma unidad básica de la clasificación biológica.
A diferencia de otros fósiles de Homo, el cráneo del homínido descubierto en Georgia combina características (una pequeña caja craneana, una cara alargada y dientes grandes) nunca observadas de forma conjunta. Por ejemplo, la mandíbula del nuevo homínido es como la de Homo habilis y los arcos de las cejas son muy parecidas a las de Homo erectus.
Por esa razón, los restos de Dmanisi pueden ser comparados con los fósiles de Homo encontrados en África y que se remontan a hace unos 2,4 millones de años, o bien con los descubiertos en Asia y Europa, que pertenecen a un período comprendido entre hace 1,2 y 1,8 millones de años. Además, según los investigadores, la variación en los rasgos del homínido georgiano no es mayor de la que se puede encontrar en cinco humanos modernos o en cinco chimpancés.
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