Este proceso podría sustituir el uso de muchos focos y fuentes de luz artificial y contaminante.
El proyecto saltó a la fama cuando Kickstarter, la plataforma de financiación colectiva, los rechazó. Inicialmente consiguieron que más de 9.000 microinversores donaran más de 300.000 euros cuando solo pedían 50.000. Fue la última vez que Kickstarter dejó vender un ser vivo, o potencialmente vivo, como las semillas. El recolector de dinero comunitario cambió las normas para no aceptar más proyectos relacionados con la biotecnología.
El laboratorio donde llevan a cabo el proyecto es poco más que un piso de 90 metros. Se encuentra en san Francisco, dentro de un antiguo centro de impresión hoy reconvertido en centro de investigación de biociencia. Esperan poder vender las semillas en verano de 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario