La geometría del
cuerpo calloso varía entre hombres y mujeres por la diferencia de tamaño
cerebral
El Dr. Emiliano Bruner,
responsable del Grupo de Paleoneurobiología de Homínidos del Centro Nacional de
Investigación sobre la Evolución Humana acaba de publicar “Gender-based
differences in the shape of the human corpus callosum are associated with
allometric variations” en la revista Journal of Anatomy, un estudio en el que
se analiza la variación de forma del cuerpo calloso entre hombres y mujeres,
utilizando técnicas de elaboración de imagen, modelos geométricos y estadística
multivariante, y según el cual dicha variación se debe a diferencias en el
tamaño cerebral y no a factores asociados específicamente con el género.
Ese conjunto de fibras neurales que pone en comunicación los hemisferios cerebrales que es el cuerpo calloso es muy variable de individuo a individuo, sobre todo porque su forma es el resultado de muchas influencias diferentes por parte de las otras componentes del cerebro. Y como explica este investigador del CENIEH siempre se han reconocido diferencias, aunque sutiles, en forma y tamaño del cuerpo calloso entre hombres y mujeres. Las diferencias sexuales ya descritas en el pasado se confirman en este estudio ahora utilizando análisis geométricos, pero con un matiz importante: se deben a diferencias de tamaño, no a factores específicamente de género.
Ese conjunto de fibras neurales que pone en comunicación los hemisferios cerebrales que es el cuerpo calloso es muy variable de individuo a individuo, sobre todo porque su forma es el resultado de muchas influencias diferentes por parte de las otras componentes del cerebro. Y como explica este investigador del CENIEH siempre se han reconocido diferencias, aunque sutiles, en forma y tamaño del cuerpo calloso entre hombres y mujeres. Las diferencias sexuales ya descritas en el pasado se confirman en este estudio ahora utilizando análisis geométricos, pero con un matiz importante: se deben a diferencias de tamaño, no a factores específicamente de género.
Y es que el cerebro masculino tiene en promedio un tamaño mayor que el femenino, y esta diferencia conlleva también, como consecuencia, una variación en la forma geométrica de esta estructura. Aunque, como concluye el Dr. Bruner: “Desde luego no sabemos si esta variación se debe a factores internos del cuerpo calloso, o a otras estructuras cercanas que influyen indirectamente en su geometría”.
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