Cómo las bacterias se hacen resistentes
a los antibióticos
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la
medicina actual es la aparición de
bacterias resistentes a los antibióticos que usamos para luchar
contra ellas.
Estos genes que generan la
resistencia a los antibióticos lo que suelen hacer en producir una serie de
proteínas que expulsan al
antibiótico fuera de la bacteria. De este modo, por
muchas pastillas que tomen los enfermos, no va a haber ningún efecto. El
antibiótico no está dentro de la bacteria que es donde hace su efecto y la
mata.
En su laboratorio del Centro
Nacional de Biotecnología, Jesús Blázquez acaba
de comprobar que cuando la bacteria Pseudomonas
aeruginosa infecta a los enfermos que se encuentran en los
hospitales se genera “un alto número de mutantes en la población, incluyendo
individuos con resistencia a la mayoría de los antibióticos”. De ahí que cuando
se establece en los pulmones es casi imposible acabar con ella.
Los genes que causan este tipo
de resistencias existen desde
hace miles de años y al usar los antibióticos matamos a las
bacterias a las que les afectan, favoreciendo así a aquellas que pueden
resistir. Es por tanto un problema que cada vez se hace más y más grave.
Un problema que hace
imprescindible que se siga investigando y tratando de descubrir nuevas formas
de luchar contra las bacterias. Por muy poco rentable que les sea a
las empresas farmacéuticas, es un problema global de salud pública.
Un problema que nunca se acabará, ya que las bacterias seguirán evolucionando y
se harán resistentes a los nuevos antibióticos que descubramos.
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