Cuando
los paleontólogos dejaron de cavar y contemplaron lo que habían
descubierto se quedaron estupefactos.
Tenían ante sus ojos una escena
maternal ocurrida hace 70 millones de años. Una hembra de oviraptor -una especie de dinosaurio emplumado de unos 2 metros de largo que recuerda a las aves-, perfectamente fosilizada, empollaba 20 huevos en un nido.
La escena entera, tal y como estaba ocurriendo entonces, había llegado
hasta nuestros días prácticamente intacta. El impactante hallazgo fue
realizado por investigadores italianos y canadienses en 2007 en el
desierto del Gobi y ahora aparece descrito con todo detalle en un
artículo de la revista científica PLoS ONE.
Los
oviraptor han sido una fuente de especulación sobre el comportamiento
de los dinosaurios terópodos no avianos durante décadas, ya que se
creía, erróneamente, que eran ladrones de huevos, cuando en realidad cuidaban de los suyos. La expedición realizada en 2007, en la que participaba el científico canadiense John Philip Currie,
famoso por sus estudios sobre dinosaurios, e investigadores de la
Universidad de Bolonia, descubrió dos nuevos especímenes de Oviraptor en
la formación de Baruungoyot, en Mongolia. Uno de ellos se encontraba
sobre un nido con huevos, en posición de empollarlos. A pesar del paso
del tiempo, algunas de las partes del animal estaban muy bien
conservadas, incluidos el cráneo y las patas. El segundo espécimen, algo
más pequeño, fue encontrado a unos kilómetros con sus patas y el fémur
preservados.
Fuente: http://www.abc.es/
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