Unas
fotos hechas a Mercurio muestran agujeros que no se habían visto antes
en ningún otro planeta del Sistema Solar. Las fotografías de alta
resolución de la nave espacial de la NASA MESSENGER revelaron casquillos con formas irregulares, como los de un queso suizo, en Mercurio.
“Las
características de estos cráteres son generalizadas tanto en latitud
como en longitud," dijo el coautor del estudio David Blewett, del
laboratorio de física aplicada en la Universidad Johns Hopkins en
Maryland (EE.UU.). Apodados como “huecos”, estos accidentes geográficos
pueden tener decenas de kilómetros de profundidad por pocos kilómetros
de ancho, al revés que los cráteres de impacto que suelen tener varias
decenas de kilómetros de ancho.
Se
consideraba a Mercurio como un planeta geológicamente muerto con apenas
cambios en su superficie en los últimos millones de años. Pero Blewett
describió los huecos encontrados como “recién hechos”.
Los
investigadores consideran la posibilidad de que los huecos se formaran
durante el pasado volcánico de Mercurio. En otros planetas los volcanes
dejaron depresiones sin montura, tales como calderas y conductos de
ventilación.
Sin
embargo, el equipo señala que los huecos son más pequeños que las
piscinas volcánicas conocidas y los agujeros aparecen en lugares donde
es poco probable que hubiese actividad volcánica.
Además,
los huecos parecen recientes, ya que no muestran cambios posteriores.
Las formas de los huecos de Mercurio tienen cierta similitud con
agujeros en los casquetes polares de Marte , en la región conocida por
los astrónomos como "Terreno de queso suizo", dijo Blewett.
Materiales en «ebullición»
Los
huecos de Marte se forman a medida que el hielo de dióxido de carbono
se volatiliza (convirtiéndose directamente en gas sólido) durante los
cambios de temperatura de las estaciones. "Pero los huecos de Mercurio
tienen lugar en roca sólida, no en el hielo. Se trata de una nueva forma
de proceso geológico que ocurre en otros lugares, pero no tan
vigorosamente", dice Blewett.
Los
investigadores teorizan que estas formaciones podrían producirse cuando
materiales volátiles como el azufre están expuestos al viento solar.
Dado que el pequeño planeta no tiene ninguna atmósfera, estas partículas
pueden golpear la superficie directamente vaporizando los minerales.
También debido al intenso calor solar los minerales podrían entrar en
“ebullición” hasta desaparecer.
Los
investigadores no están todavía seguros de qué están hechas las rocas
de Mercurio. Uno de los objetivos de la misión del MESSENGER es
encontrar la composición de la superficie del planeta.
Fuente: abc.es
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