Una brillante y diminuta mota de polvo. Así es como la Tierra se ve a 160 millones de kilómetros de distancia, desde el planeta Marte. El rover Curiosity de la NASA ha captado una imagen en la que nuestro mundo brilla más que cualquier estrella en el cielo nocturno marciano. Justo debajo, otro punto aún más minúsculo: es la Luna.
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