jueves, 8 de diciembre de 2011


Planetas formados de diamantes en la Vía Láctea
Recreación de un posible planeta compuesto de diamante en la Vía Láctea. | NASA
Recreación de un posible planeta compuesto de diamante en la Vía Láctea.
Los diamantes, la piedra más preciada de este planeta, por lo que ha provocado sangrientas guerras, no es exclusiva de la Tierra. Investigadores de las Universidades de Manchester (Reino Unido) y de Ohio (EE. UU.) aseguran en un nuevo trabajo que en la Vía Láctea hay planetas de un tamaño mayor a nuestro -supertierras- que podrían estar compuestos hasta un 50% por diamantes.
El pasado mes de agosto, un equipo de CSIRO (Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia) descubrió uno de estos astros diamante a 4.500 años de la Tierra, con sólo 60.000 kilómetros de diámetro, pero según este nuevo trabajo podrían ser muchos más de lo que se piensa. "Es difícil saber cuántos hay, pero pensamos que suponen un porcentaje de todos los planetas terrestres que existen", señala Wendy Panero a ELMUNDO.es, de la Universidad de Ohio.
Para llegar a esta conclusión, los científicos no miraron hacia el Cosmos, sino que realizaron un experimento en un laboratorio de la Universidad de Ohio, donde reconstruyeron las temperaturas y las presiones que hay bajo la corteza terrestre para determinar cómo se forman estas piedras preciosas y entender lo que pasa con el carbono que hay en otros planetas del Sistema Solar.

Ricos en carbono
Panero y su alumno Cayman Unterborn utilizaron las conclusiones de estos experimentos para construir modelos informáticos de cómo se forman los minerales en astros más ricos en carbono que el nuestro. "Es posible que planetas que tienen como 15 veces la masa de la Tierra tengan hasta un 50% compuesto por diamantes", asegura Unterborn, que presentó estos resultados en la reunión de la American Geophysical Union.
"Nuestras conclusiones sugieren que los planetas ricos en carbono pueden formar una corteza y un manto como ocurrió aquí, pero en su caso el núcleo sería como el acero y el manto tendría una composición muy similar a la de los diamantes", explica Panero. En la Tierra, sin embargo, el núcleo es sobre todo de hierro, mientras el manto es de silicatos minerales procedentes de los elementos que había en la nube de polvo que formó el Sistema Solar.
Estas 'joyas' cósmicas nunca podrían ser habitables. Su química es muy distinta de la que hace posible la vida. El interior se ha congelado con gran rapidez, no hay tectónica de placas, ni magnetismo, ni atmósfera. "Son planetas muy fríos y oscuros", asegura la geóloga.
Experimento de laboratorio
Panero y sus alumnos tomaron hierro, carbono y oxígeno y lo sometieron a una gran la presión y la temperatura que hay en el interior de la Tierra. Cuando observaban la muestra por el microscopio, el oxígeno se fusionó con el hierro, creando el óxido de hierro y los laterales de la muestra se convirtieron en diamantes.
Hasta ahora, ya se han descubierto más de 500 planetas fuera del Sistema Solar, pero se sabe muy poco aún sobre su composición interna. "Lo que hemos hecho es echar una mirada a los elementos volátiles, como el hidrógeno y el carbón, que interactúan dentro de la Tierra, porque cuando enlazan con oxígeno, usted consigue las atmósferas", argumenta Panero.
La investigación de Ohio sugiere que los planetas tipo Tierra, pero de diamante, se pueden formar en nuestra galaxia. Exactamente cuántos puede haber y su composición interna es algo que aún no se sabe.

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