Aunque las concentraciones de emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando, el calentamiento global está viviendo, sin embargo, un periodo de desaceleración. Los datos muestran que la temperatura del planeta ha aumentado progresivamente desde 1941ºC a razón de 0,12ºC por década. No obstante, desde 1998, el ritmo ha empezado a echar el freno, situándose en 0,05ºC por década.
Pues bien, según el resultados de una investigación publicada recientemente en la revista Nature GeoScience, la actividad volcánica estaría detrás de este fenómeno. El climatólogo del Lawrence Livermore National (California) y co-autor de este estudio, Ben Santer, asegura que la progresiva desaceleración del calentamiento global desde el año 1998 tiene varias causas y las erupciones volcánicas de principios del siglo XXI son una de ellas.
En realidad, este fenómeno se identificó por primera vez en el año 1991 después de la erupción del Monte Pinatubo en las Filipinas.
Durante el año siguiente, aquella erupción provocó una bajada de la temperatura media en la superficie del planeta de 0,5ºC, encontrando todo ello su explicación en las millones de partículas de ceniza y azufre que permanecen en suspensión en el aire durante varios meses después de la erupción volcánica. Cuando dichas partículas se proyectan en la estratosfera, actúan como una especie de capa que refleja la luz solar impidiendo buena parte del paso del sol, causando así una caída temporal de las temperaturas.
Hasta ahora, los científicos pensaban que sólo las grandes erupciones tenían la capacidad de producir tales efectos. Sin embargo, el hallazgo que revela este estudio es que las erupciones consideradas menores también desempeñan un papel no menos relevante.
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