miércoles, 18 de marzo de 2015

SI SU PADRE TUVO CÁNCER DE PRÓSTATA, VIGILE SUS MAMAS



Es sabido por todos que el historial familiar tiene una alta importancia en lo que al riesgo de desarrollar un cáncer se refiere, y esto es algo que tienen muy en cuenta tanto los médicos de familia como los oncólogos. Ahora, una investigación recientemente publicada en la revista CÁNCER, pone en el punto de mira la relación que mantienen el cáncer de mama y el de próstata, que son, justamente, los dos que más incidencia tienen tanto en hombres como en mujeres, respectivamente.



A través de un estudio epidemiológico que ha seguido a 78.171 mujeres durante una media de 132 meses, los investigadores han encontrado que, las mujeres postmenopáusicas -de 50 años en adelante- tenían más posibilidades de desarrollar un cáncer de mama si en su familia había antecedentes no sólo de este tumor, sino también de cáncer de próstata.

En el estudio se explicita que esta relación pone de manifiesto cómo no sólo hay que tener en cuenta los antecedentes familiares de un tipo de tumor o de un mismo sexo, sino a toda la familia, incluyendo también, en este caso, a los hombres.

Durante el tiempo que duró el seguimiento de las mujeres, se diagnosticaron un total de 3.506 casos de cáncer de mama. Las participantes con este diagnóstico presentaron con mayor frecuencia alguna de estas circunstancias: usar anticonceptivos hormonales, tener en el historial alguna enfermedad relativa a las mamas, o haberse hecho una mamografía durante ese tiempo. Por otro lado, en ese grupo, había menos fumadoras, menos mujeres que hubieran pasado por una histerectomía (una intervención quirúrgica que consiste en eliminar el útero total o parcialmente).

El riesgo se incrementa si la mujer es joven, si además tiene antecedentes de cáncer de útero en la familia y, evidentemente, si no son una, sino varias, las mujeres de su familia que han sufrido la enfermedad.

Ahora, este estudio añade otro porcentaje de riesgo asociado: en la investigación se observó que la probabilidad de padecer cáncer de mama era mayor si en la familia existían antecedentes de cáncer de próstata. En total, el 11,6% de las mujeres que informaron de que su padre, alguno de sus hermanos o su hijo, habían sufrido cáncer de próstata, acabaron finalmente desarrollando un cáncer de mama.

No obstante, el mayor riesgo se producía cuando la mujer tenía antecedentes tanto femeninos como masculinos: en comparación con quienes no tenían en su historial familiar antecedentes de cáncer de mama ni de próstata, las mujeres que tenían ambos presentaban un 80% más de riesgo de desarrollar cáncer de mama. También se estudiaron los antecedentes familiares de primer grado de otro tipo de cánceres, pero en ninguno apareció una asociación tan significativa como la de mama y próstata.

La doctora Graña explica que los resultados de este estudio "corroboran datos que ya teníamos", y señala que ambos son dos "tumores hormonodependientes". Respecto a por qué se produce esta asociación, explica que, más allá de ser evidente que son los tumores más frecuentes, "no se sabe cuál es la relación, ni siquiera los autores del estudio la sugieren", comenta.

Pero no sólo hay que tener en cuenta los factores genéticos, indica la oncóloga: también son importantes los ambientales. De hecho, así lo apuntan igualmente los autores de la investigación, señalando que el riesgo de padecer cáncer de mama era ligeramente más alto entre las mujeres a las que el antecedente del cáncer de próstata no les venía por el padre, sino por el hermano. "Esto apunta a la contribución del ambiente, especialmente en los primeros años de vida", escriben los autores.

Preguntada por qué factores ambientales inciden más en el cáncer de mama, Graña cuenta que realmente "no se conocen", aunque se habla de que los "entornos con exceso de estrógenos, con plásticos o con pesticidas" podrían ser perjudiciales. "El ambiente influye y modula la expresión genética", apunta la oncóloga.

Con las conclusiones aportadas por el presente estudio, cabría preguntarse qué hacer si, efectivamente, una mujer tiene tanto antecedentes de cáncer de mama como de próstata en su círculo familiar. "Cuando existe una agregación de casos en la familia, se tiene que consultar con el médico de cabecera, que determinará -o bien él o el oncólogo- si la persona precisa de un estudio genético para ver si es una persona de alto riesgo", cuenta Graña




fuentes:

http://www.elmundo.es/salud/2015/03/16/54fdc695ca4741062d8b457a.html

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