sábado, 28 de febrero de 2015

TRES PÍLDORAS EN UNA PARA EVITAR RECAÍDAS EN EL INFARTO DE MIOCARDIO


 


En 2002, durante un viaje a Rusia, Valentín Fuster observó que muchos enfermos de miocardio que debían tomar una combinación de tres píldoras para evitar infartos no lo hacían. Se supo que el principal motivo era el precio, muy elevado por cuestiones de distribución. Por lo que se decidió crear una sola pastilla que incluyese los tres principios activos contra el infarto.





Los tres principios activos contra el infarto son: ácido acetilsalicílico, pare evitar la formación de trombos; una estatina para controlar los niveles de colesterol y combatir la obstrucción de las arterias; y un antihipertensivo que evita el remodelado del corazón que se produce tras un infarto. Con el que se espera poder evitar unos 80.000 infartos.

Más adelante, ensayos clínicos mostraron que la adherencia al tratamiento de personas que han sufrido infarto agudo de miocardio aumenta un 22% cuando se administra de una tacada en lugar de con tres cápsulas.

Trece años después de aquel viaje a Rusia, Valentín Fuster presentaba la primera polipíldora aprobada en Europa para la prevención secundaria cardiovascular. Ese fármaco ya se puede tomar en países como España, Argentina o México, lo toman pacientes que han superado un infarto para evitar recaídas.

Aunque juntar tres pastillas en una pueda parecer sencillo, no lo es. Fuster cuenta que contactó con varias farmacéuticas en EE UU para tratar de desarrollar la polipíldora, pero no daban el paso a elaborarla. El motivo es que en experiencias anteriores, como las relacionadas con polipíldoras para tratar el virus del sida, mostraban que el éxito no estaba garantizado.

Al final fue la farmacéutica Ferrer la que llegó a un acuerdo con el CNIC (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares). La inversión necesaria ronda los 50 millones de euros y se espera que en cuatro años la polipíldora esté comercializada en 90 países.

Durante la presentación del fármaco han incidido en que su motivación principal es social. Por ese motivo, aseguran que harán lo posible para que llegue a países con ingresos medios o bajos. En EE UU se ha calculado que en cinco años, el 30% de las personas que han sufrido un infarto vuelven a tener un evento cardiovascular. Con la polipíldora sería posible evitar dos de cada tres recaídas.

A partir de ahora, se empezará a medir el éxito de esta estrategia de prevención, que tendrá un coste de diez euros al mes por paciente. Para hacer esa evaluación, la Unión Europea ha concedido seis millones de euros con los que se realizará el estudio SECURE, que cuantificará la reducción de eventos cardiovasculares en enfermos que sigan el nuevo tratamiento.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/02/27/ciencia/1425040689_733785.html

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