martes, 2 de diciembre de 2014

MOLÉCULAS DE ADN SOBREVIVEN AL DESPEGUE Y REENTRADA EN LA ATMÓSFERA DE UN COHETE

Unas moléculas de ADN adheridas a un cohete sobrevivieron las altas temperaturas y la radiación y aún eran capaces de transmitir información genética.


Aguantaron las enormes temperaturas del cohete, las heladas temperaturas del espacio, la hipergravedad y las radiaciones y parece que no se inmutaron. Estos datos apoyan a la panspermia, la teoría que afirma que la vida viene del espacio exterior, ya que se ha demostrado que el ADN puede soportar las condiciones del espacio sin dejar de ser útil. Esto también ayuda a la exobiología y a la búsqueda de vida en el espacio.



Mientras investigaban el impacto de la gravedad en células humanas, investigadores de la Universidad de Zúrich tuvieron la idea de pegar moléculas de ADN al casco del cohete de la misión TEXUS 49. Este tipo de cohetes, lanzados desde la estación espacial Esrange, en el norte de Suecia, llevan décadas realizando vuelos suborbitales para estudiar cómo afecta la microgravedad a materiales, compuestos químicos y moléculas orgánicas.

En esta ocasión, el cohete de sondeo llevaba en varias zonas del exterior muestras de unas moléculas de ADN bacteriano llamadas plásmidos. Estos compuestos contienen material genético de la célula pero fuera de los cromosomas. Entre sus funciones está la de contener genes que aportan alguna ventaja selectiva, como la resistencia contra determinado antibiótico.

Los científicos se sorprendieron al ver que el ADN estaba casi intacto, excepto un 1% que había mutado por la radiación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario