domingo, 20 de noviembre de 2011

El Sol, una estrella cada vez más conocida.


Nos vigila desde el cielo todos los días, pero a él también lo observan. Doce telescopios de la NASA y la ESA controlan el sol a un millón y medio de kilómetros de distancia. Por eso sabemos, por ejemplo, que en su interior se alcanzan los 15 millones de grados y que está más vivo que nunca.

Es normal que cada día conozcamos más datos sobre el Sol. Para los científicos es algo cotidiano. El incremento en la superficie solar corresponde al nuevo que comenzó hace ahora tres años.

Luis Sánchez Duarte, científico de Soho ESA, es una de las personas que mejor puede conocer el Sol. "Sí, sí, es lógico que aumente su actividad. Lo que le corresponde en este momento al ciclo de once años es, precisamente, un aumento de su actividad". Gracias a Soho, un conjunto de telescopios que miran directamente hacia la estrella hacen que podamos verlo de esta forma. También sabemos más sobre su composición y comportamiento.
"Los mayores avances que se han hecho últimamente han sido entender cómo es la estructura interior del Sol, también el ciclo de actividad solar, la actividad en la superficie cómo se producen fulguraciones, eyecciones de gas y también cómo se acelera el viento solar y llega hasta la Tierra".
El estudio del viento solar ha desencadenado el nacimiento de una nueva disciplina, la meteorología espacial, que trata de conocer qué efectos tiene la incidencia de estas eyecciones sobre las infraestructuras de nuestro planeta. Ahora podemos identificar, clasificar y pronosticar con seis horas de antelación cualquier actividad de nuestra estrella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario